2 de febrero de 2011

EL TALENTO FLUYE




Puedo afirmar que, hasta ahora,  los esfuerzos desde las más reconocidas empresas, han ido dirigidos a articular estrategias- en su mayor parte de dudoso enfoque- para impedir que el talento se “fugara” y se pusiese al servicio de otras empresas o proyectos.

La perspectiva ha sido: el talento es un recurso escaso y hay que salvaguardarlo, retenerlo.
Esta afirmación nos lleva a pensar que estas empresas son conscientes de que el talento-el de sus empleados- es un valor en alza, algo imprescindible para posicionar a la empresa en un lugar privilegiado.

A poco que nos fijemos, podemos observar que dichas estratégias van destinadas, habitualmente, a las  personas que ocupan determinado cargo en la empresa (abarca desde mandos intermedios a puestos de dirección).

Según lo anterior, se ponen de manifiesto las siguientes presuposiciones:

  • El talento está concentrado en las personas con un cargo en los escalones “superiores” de la empresa; por lo tanto, el cargo que se ocupa es directamente proporcional al talento que se posee.
  • El resto de empleados no dispone de talento reconocible e influyente.
  • Es difícil encontrar, fuera de la empresa, a personas que dispongan de talentos que puedan aportar beneficio a la misma.
  • Es peligroso para la empresa dejar “escapar” el talento.


Ahora bien, si cambiamos el enfoque, es decir, si consideramos el talento como un recurso inherente a todos los seres humanos : ilimitado y auténtico, y que éste es capaz de generar un fenómeno de resonancia ,mediante el que se enriquece a sí mismo y a  su entorno. ¿Qué sentido tiene enquistarlo?

Además, y considerando la empresa como un sistema, entiendo que cualquier empleado, ocupe el lugar que ocupe en el organigrama, es capaz de influir, con su talento al desempeñar sus funciones, en beneficio del resto del sistema.

La naturaleza del talento en sí mismo es fluir, generar, proyectar, crecer, transformarse y nutrirse.

La estrategia más útil y eficiente, no es tanto retenerlo como reconocer y facilitar el emerger de talentos en cualquier eslabón del sistema.

Esto supone  acoger la diversidad y la autenticidad de cada ser humano, aceptar que cada acto repercute en mi sistema (aunque me parezca remoto) y nos exige promover el intercambio de riqueza sabiendo que influye, en definitiva, en el beneficio global.

El talento no “escapa”. Busca oportunidades de realización y repercusión: su sentido y su misión.

 El ser humano tiende de forma natural al éxito y por tanto (aunque quieran, en ocasiones, amilanar esta llamada) quien la escucha no  buscará sólo atenderla, sino difundirla como riqueza para los diferentes seres humanos y  contextos del sistema al  que pertenece. 

Mª Carmen González. Economista de talentos

3 comentarios:

  1. Gracias por compartir una vez más tu "talento" con nosotr@s, es fascinante lo que algo tan natural e innato nos puede impulsar hacia el éxito cuando lo reconocemos y lo respetamos.

    Un beso.

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  2. Gracias a tí Laura por acompañarme....eres una aliada maravillosa!!! con talentos como los tuyos (que son muchos y muy diversos) es un disfrute caminar y hacer..........

    Un abrazo.

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  3. Gracias por compartir de nuevo tu visión y hacer de ella tu misión.
    "Algo está cambiando" y tus escritos son otra evidencia de ello.
    Con seres generosos y comprometidos como tú, es posible.
    Gracias por enseñarme el camino hacia mis talentos.

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