En los últimos días del mes de abril se ha celebrado un ciclo de charlas dedicadas al Talento y al desarrollo
profesional en Valencia.
He tenido la oportunidad de
escuchar a personas reconocidas como expertas en Talento y gestión
de equipos; y de observar a otras
muchas escuchar, grabar, escribir,…sus palabras como si fuese maná caído del
cielo.
Presupongo que estaban allí para
incorporar nuevas ideas que les aportasen aire fresco a su actividad.
Estoy convencida de que en muchas ocasiones repetimos el
patrón de nuestra formación educativa y
nos empeñamos en meter (nos) información, en vez de sacar nuestra propia
versión de lo que sabemos.; pero hoy no os hablaré de esto.
En todas las charlas a las que he
podido asistir, ha habido varios elementos comunes que se han reproducido de
forma repetida, exacta y mimética .
El que más me ha llamado la
atención, es la asimilación del Talento a capacidad y competencia.
“ El Talento es una capacidad latente. Lo que genera resultados no es
el talento en sí mismo, sino la competencia. Y es en este punto donde quisiera
ahondar; en el proceso de transformación del talento en competencia, puesto que
es esta última y no el primero, es quien aporta valor a la empresa”
Quiero compartir mi visión con la
finalidad de contribuir a cambiar el paradigma que
escucho una y otra vez en ciclos y conferencias dedicados al Talento.
Para mí, el Talento es distinto a
una capacidad. Es una cualidad de cada Ser Humano.
Para mí, la competencia (es
decir: aquello en lo que somos expertos, conocedores o aptos), su
reconocimiento, depende en gran medida de las creencias y valores de quienes la
evalúan.
Par mí, el Talento sí genera
riqueza o resultados excelentes, ya que es esta cualidad la que nos permite
mostrar de forma única y diferenciada nuestra competencia .
Es claro que el Talento, puesto
al servicio de nuestras competencias, genera valor. aunque el Talento por si
mismo también lo genera, si consideramos la visión sistémica y tenemos en
cuenta la capacidad de cada
individuo de influir en el sistema.
Permitidme que ilustre esta
afirmación con el siguiente video.
Como habéis podido comprobar
todos los participantes en el experimento eran expertos reconocidos en la escultura: tenían competencia.
Es a través de su Talento, que su
competencia y resultado han sido
diferenciados y, por tanto, únicos.
Algunos de vosotros me diréis que
el resultado diferenciado tiene
que ver con la experiencia y con miles de factores más.
Y yo os contesto :
¿Acaso cómo yo muestro mis
Talentos no?
Pero eso será en un próximo post.
Gracias por tus precisiones Mª Carmen. Para mí son interesantes y reveladoras.
ResponderEliminarEl mismo video lo comparto en mis intervenciones como clases y charlas. En la mayoría de las mentes humanas se crea la idea de que ser "Competente" es mas valioso que ser "Talentoso" y que una cosa lleva a la otra. A mi parecer, el hecho de que el talento sea algo innato y que, muchas veces, requerimos de ayuda para descubrirlo lo hace aun mas valioso y poderoso.
ResponderEliminarExcelente pensamiento y posición, te felicito y gracias por compartirla.